Hay vestidos que no se piensan dos veces. Este es uno de esos. El vestido corto con lazada, fabricado en Italia, es esa prenda que se cuela en tu armario para convertirse en favorita del verano desde el primer día.
El tejido exterior es una gasa ligera y resistente, con un toque de elástico (5 %) que le da caída y movimiento. Por dentro, un forro 100 % viscosa que lo hace fresco y suave al contacto con la piel. Se adapta bien, no aprieta, y sobre todo, mantiene su forma y aspecto con el paso del tiempo.
El corte es suelto y fluido, perfecto para esos días de calor en los que solo quieres sentirte cómoda y elegante sin complicarte. La lazada en la cintura te permite ajustarlo a tu gusto, marcando silueta sin perder libertad. Y los volantes en las mangas le dan ese aire romántico, despreocupado, pero bien pensado.
Este vestido encaja igual de bien en una comida de domingo que en una tarde de paseo. Combina de maravilla con calzado abierto, sandalias o incluso alpargatas. Y como buen básico con alma, no necesita más que un gesto para destacar.
Fácil de llevar, difícil de olvidar.
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